La decada de los treintas vio al fin la estabilizacion politico y economica del pais, ya con algo en sus estomagos y paz en su vida, la poblacion pudo tener el tiempo para volver al cine.
En esa decada, el Cine mexicano alcanzaba tambien su madurez, despus de veinte años de penar y apenas subsistir, al fin resultaba altamente rentable, lo suficiente como para estar al mismo nivel tecnologico que Hollywood. Aunque hay que reconocer la sagacidad de algunos productores, que ante la crisis del 29 en Estados Unidos pudieron obtener bastante material cinematografico a buenos precios.
El final de los treintas vio la llegada de las grandes estrellas, casi todos provenientes del mundo de las carpas y el teatro, que habian sido los espectaculos mas populares hasta ese tiempo, y en realidad eran actores soberbios.
El Cine mexicano de esa epoca tiene aun un fuerte sabor a Teatro, los actores de escena no terminan de acostumbrarse a la camara y los guiones aun tienen todos los vericuetos teatrales, mientras que los actores de carpa tienden a ser mas adaptables, su arte sigue siendo efectivo en el nuevo medio.
Y es de ese medio del que surgue la primera gran estrella mexicana, Joaquin Pardave, que se labro un gran nombre en esa epoca.
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